No trinan los pájaros
ni huelen las rosas,
ni brilla la luna
en el País Vacío.
No hay canción con bemoles,
y no hay vida en los ríos.
No brillan las estrellas,
no se oye la lluvia
despertando contra los suelos.
Hay gris arcoiris,
de muertos verdes
y fríos índigos.
De rojos rosados,
amarillos pálidos
y un lila que, de tan débil,
se confunde con la luna.
No hay inocencia pura
ni dulce timidez
en el País Vacío.
Han muerto los hombres
que dicen sentir,
y sienten los muertos
que nunca han sido hombres.
La luz no ilumina,
más incendia pupilas
de todos aquellos que abren los ojos.
Y ciegos los hombres vacíos
vagan tanteando migajas y vueltos.
Ciegos caminan, siguiendo el camino
que creen correcto.
Siguiendo el camino de nuevo,
aquel que conocen y saben incierto.
Que ciegos andaron,
y aún sigue desierto.
Fallida esperanza,
soñando calor
fallecen los hombres ciegos de frío.
El sol brilla fuerte
y gélido en el País Vacío.
Wednesday, June 27, 2007
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