Thursday, October 06, 2005

Principio de incertidumbre

"El amor es una promesa, es un recuerdo.
Una vez entregado, no lo olvides; no permitas que desaparezca."

-John Lennon


Es una promesa. Es la más grande de todas quizás. También es, si no resulta, el recuerdo -siempre dulce si realmente se trató de amor- que jamás se irá. Porque no podemos echarlo, y no querrá irse.

No sé cómo se hará para que no desaparezca. Supongo que en ese caso son ensayos de amor, pruebas previas. O quizá sí es posible la idea de un amor que muere y tiene una vida útil. Pero sí querría saber si realmente pude desaparecer. Más allá de las apariencias y de lo que el orgullo se digne a mostrar, que aquello que el tiempo no subsana sino que aparte aviva más y que todo lo que los sentidos externos piensan recibir... ¿Existe la posibilidad de un amor que se esconde, que es escondido y pide a lágrimas salir?
Quizás sólo sea un amor que se apagó o ni siquiera haya sido un amor. A lo mejor fue un alivio para el orgullo, una venda para los ojos o un aliciente para el alma. O nada de eso. O todo.
A lo mejor, el cascarón es más fuerte que el sentimiento y mas blando a la vez que el orgullo. Posiblemente no muera jamás, pero sí lo dejen morir. También puede que intenten matarlo.
Quizás a veces se disfrace de maldad y hiera de muerte, mientras pide perdón con voz imperceptible y sin darse cuenta.
Otras veces es sólo un gesto reconocible a lo lejos y por la persona indicada.
A veces quiere negar el haber sido entregado alguna vez. A veces lo negamos. A veces lo niego. A veces, lo negás.
Es posible que de vez en cuando se ablande por el recuerdo de una dicha pasada y hasta quiera revivirla, como también puede ser que las deteste y maldiga su recuerdo.
O lo maldigamos. O lo maldiga. O lo maldigas.
A veces vuelve luego de que la arena haya caído lo suficiente, y otras veces jura jamás haberse ido. Otras no vuelve, y se convierte en ese pedazo muerto de corazón que nos acerca más a la condición humana.
En algunas oportunidades nos hace más humanos. Potencia las mejores cualidades y somos grandes, justos y sabios. También saca lo peor de nosotros y muestra todo lo que nunca estuvo ahí. Nos humillamos, nos rebajamos y maldecimos el maldito día en que fuimos tan felices.

Tal vez sea inmortal. Tal vez esté en peligro de muerte.

Puede que no haya muerto y lata escondido en lo más profundo de tu pecho, temerosamente escondido bajo el vasto ala del orgullo que todo lo puede, tapa y elimina, esperando que algún día vuelvas a dejar que me busque.

O quizás sencillamente sí murió, o sólo se cansó y se fue para siempre. Tal vez pide por tu odio definitivo y reza porque el recuerdo de tus sonrisas en mis labios por fin muera también, de la manera despiadada y silenciosa que, por ahí, se merece. Quizás le da lo mismo existir o no existir.

O, al fin y al cabo, es una conjetuira sobre algo que ya está terminado y no sabe si irse o esperar a que lo echen, por más que ya esté en la calle.

Quizás.




Una vez que dejas de esperar, el tiempo se pone de tu lado.

Monday, October 03, 2005

De odios y escenarios

"Alguien dijo alguna vez que la mejor terapia para el olvido es el odio. Que si ella se va se debe cuidar de nosotros, porque le declararemos el odio y la guerra. Pero sabes, al final suele pasar el odio es bastante aburrido, porque además no se lo cree nadie. Quiero decir que a ella no le afecta que el taladro de nuesta mirada le traspase, porque no se siente culpable. Normal. Así que al final uno decide olvidar y tirar palanca. Seguir en el camino y en la búsqueda, hacer repaso de lo que hemos andando y quedarnos con lo bueno. Y tirar lo malo. Ella crecerá, yo espero que no mucho más. Se casará y tendrá hijos, será la mujer responsable que todos quisiéramos. Y quizá yo también sea el hombre responsable que todos quisiéramos, no lo sé.
La ciudad seguirá imparabale, frenética. Y nosotros perdidos en ella, buscando quién sabe qué. Y qué sé que será de nosotros... pasarán tantas y tantas cosas."

-Ismael Serrano, Introducción de "Tantas cosas"


Cuando las cosas siguen sucediendo frente a los ojos, frenéticamente imparables, es cuando me doy cuenta de su dimensión real. De cómo faltan las cosas y cómo se dieron vuelta las mejillas. Un golpe no basta, siempre tienen que ser muchos. Porque es verdad, el odio aburre, implica un esfuerzo y nadie, jamás, será lo suficientemente iluso o tuerto para creerlo.
Lo sé. Propia experiencia, que le dicen.
La salida más fácil es el odio. El odio es la mejor excusa. Por lo tanto, imagino que podemos concluir que la excusa es la salida más facil que podemos hallar. Las cosas fáciles son como las baratas: duran poco y son de baja calidad. Ahorrándonos la obviedad del carácter patético que posee la esforzada montada en escena, podemos decir que el llevar el odio a los escenarios de la realidad es de por sí una exigencia desmensurada. E igual de inútil.

En los intentos por pasar por odio el pasado inmediato cometí tantos errores como quejas emití después. Estaba tan ciego que veía terriblemente bien; pero seguía estando ciego. Ciego de cosas tan claras que igual hubiese sido abrumador el poder entenderlas. Así que supongo que me hubiera equivocado por igual.

El punto es que hoy me di cuenta que día es y me aterré frente a algo aún peor: el día que va a ser mañana. Y lo que no va a pasar. Y lo que querría que pase. Cómo hubiera sido, o como lo habíamos planeado. Lo que hablábamos sobre mañana, cómo íbamos a pasarlo, lo que íbamos a hacer, lo que querías hacer, la razón por la que esperaste tanto ese día.
Me acuerdo que un día me pregunté a mí mismo si llegaríamos juntos a mañana. Estaba inseguro, me sentía a la deriva. Era por eso porque no estaba seguro. Un tiempo después me lo repregunté, pero por otra razón. Más fundamentada. Y hace un par de días lo confirmé, aunque ya lo sabía.


Quiero decir que a ella no le afecta que el taladro de nuesta mirada le traspase, porque no se siente culpable.

Tuesday, September 13, 2005

Belleza

Reviví belleza. Hermosura que hacía mucho que no disfrutaba, pero que la verdad disfruté volver a ver. Fue lindo.
Recorrí fotos, páginas, álbumes, rostros, líneas, rasgos, gestos. Encontré vestigios de amor que alguna vez regalé... fue gracioso. Me causó una simpatía agradable que nunca había llegado a apreciar, me reí solo de mí mismo. Tantas cosas... tantas palabras que habían inspirado, con todas las cosas que sentí en los respectivos momentos de cada belleza que me atrapó. Mil cosas volvieron a mi cabeza junto con otras mil que salieron de repente. No pensé que vería semejante película... creo que tengo que hacerlo más seguido.

Otra vez el sabor de los ojos miel junto con el bronce de los rizos que jugaron a ser sueño de verano. O aquella noche de velas, bañada en bucles dorados, y el marco de rimel para las esmeraldas frente a las que casi caigo. También unos minutos en una esquina, donde me sorprendió esperando una expresión de infancia delicada que más de una vez ojeé con vergüenza. Y bueno, luego, fantasmas del pasado... la razón de un antiguo complejo, prácticamente inmortal en su momento ya que llegaba a morir, pero con cada ráfaga casual de mirada inesparada el hacía que el verde me atrapara otra vez.
Pasados, presentes discontinuos y utópicos futuros que brillan por su naturaleza, la esperanza por la mera esperanza, el beso latente en la imaginación de cada imagen en la costa, con la certeza de saber lo que se esperaba y conocer lo que vendrá. Delicia, sencilla y llanamente , delicia.

Volvieron a mi mente y ojos belleza que nunca fueron más que eso, bellezas que en su momento fueron mundos y hoy son satélites que me acompañarán por siempre, grabados en la retina. Aparte, más allá de todo, son bellezas... siempre se disfrutan. Nunca serán más, esperanza por la mera esperanza. Belleza por mera apreciación visual.




"[...]Por momentos, Manuel Mandeb sintió la tentación de optar por otros medios de transporte que se le ofrecían seguros, concretos, convincentes. Pero él esperaba el tranvía.
[...]
Nadie puede saber cuándo sucedió, pero una noche un hermoso tranvía se detuvo frente a él. Desde el interior, un guardia fantasmagórico lo miró como convidándolo.
Mandeb permaneció quiero unos instantes y luego, sin decir palabra, le alejó caminando lentamente. Un rato más tarde subió más tarde en un taxi y con voz firme ordenó:
-Artigas y Aranguren."

Saturday, September 10, 2005

Color de rosa

Todo pasa. Eso dicen, y seguramente es verdad. Podría dormir tranquilo pensando eso, y sabiendo que es cuestion de arena hasta que quede en el recuerdo. Pero no...
Seguramente todo cambie, alguien tomará su lugar, voy a volver a ser feliz y todo va a ser hermoso de vuelta. Pero nunca va a volver a ser color de rosa. Hay tantos conceptos de justicia como personas. Y eso es porque no hay dos personas iguales. Nadie encaja tan bien en un lugar como el que mejor encaja. Las personas no se reemplazan, se tapan. Y nada es lo mismo, nunca, porque nadie reune las mismas exactas cualidades y defectos que otro. Nadie puede provocar lo mismo, exactamente lo mismo que otra persona.
Nada existe dos veces, nada renace una vez muerto.
Esto va a quedar atrás, todo va a ser un mal recuerdo y una hermosa experiencia, bendiciones nuevas van a caer... ya seré el viento de alguien mas. Voy a volver a ser feliz, ya lo se. Siempre hay alguien. Eso me dijeron y eso he visto, por lo que supongo que es así. Me van a querer de vuelta, voy a hacer el amor, van a esperarme y buscarme cuando no esté, van a llorar por mí, y voy a llorar por alguien que quizá aún no conozco. Voy a tener hijos, seguramente me case y mi vida siga al lado de alguien. Alguien va a venir, seguramente.
Pero aún así, el error me va a pesar encima para siempre. Nada va a ser lo mismo, nunca voy a haber visto su expresión mientras la amo, no sabré cómo sería decir que sí viéndola de blanco, moriré sin conocer la sensación de una vida juntos.
Alguien vendrá, siempre es así. Todo pasa, todo muere en el pasado.
Pero todo ya fue color de rosa, pasó y yo hice que se fuera, y pasa una vez en la vida. La mejor oportunidad de ser feliz. Me siento solitario de ella. Voy a sentir eternamente que lo mejor posible ya es imposible.

Pero siempre voy a sentir que perdí a la persona perfecta para mí.

Thursday, September 08, 2005

Otro 9 mas

Hay tantas conceptos de justicia como personas en el mundo. Y justo ése es totalmente distinto al mio, o al menos eso parece. Me duele todos los días ver como las cosas siguen adelante sin que yo esté ahí para que salgan adelante o para acompañarlas. Costumbre, que le dicen. Aunque ya la herida no sangre tanto, puedo decir que es la costumbre justamente la que me mentaliza todos los días a que todo va a seguir pasando... puedo relatar antes de levantarme todo lo que va a pasar en las próximas 5 horas. Y no es nada agradable, créanme. No sólo se vuelve rutinario y predecible sino que también, si no es algo útil, también es asesino.
Mañana va a ser lo mismo. Nada va a haber cambiado, todo va a repetirse con precisión quirúrgica y los mismos muertos van a estar en mi conciencia. El problema es que mañana no es un día cualquiera; mañana hubiera sido el día distinto. Mañana hubiera sido el aniversario de la mejor decisión que tomé en mi vida, del momento más intenso que jamás pasé, del mejor día de mi vida, del mayor error que cometí, de un día insulso... Cinco días horriblemente distintos entre sí. De un día que fue tanto, a otro que es nada. Y mañana hubiera sido un aniversario de eso. Pero, como dije antes, les puedo decir ahora mismo qué va a ser: nada. Un día más, un nueve, como un diecisiete, un veintiocho ó un tres. Con la misma importancia.
Mañana es el aniversario de la muerte de un sueño.
Es constumbre, como dije, voy a estar sentado viendo a la vida cruzar el río sobre mi cuerpo. Un día mas, supongo, así que no hay porqué sufrirlo ni porqué estar triste; en una de esas hasta me ría de un chiste suelto o un comentario perdido, que quizá no entienda.

Mañana es el día en el que tendría que estar con ella.